Un apagón repentino en una fábrica cuesta mucho más que la pérdida de producción de ese día. Consideremos cuidadosamente los costos ocultos que a menudo se pasan por alto detrás de un solo corte de energía:
La pérdida de chatarra de productos semiacabados en la línea de producción puede ascender por sí sola a decenas de miles. Las materias primas que se solidifican en las máquinas de moldeo por inyección, los procesos de tratamiento térmico interrumpidos y las paradas abruptas en el mecanizado de precisión pueden hacer que lotes enteros pierdan su valor.
El costo de reiniciar el equipo es igualmente significativo. Algunas máquinas de precisión requieren procedimientos de reinicio complejos, lo que consume más tiempo y mano de obra. Por no hablar del desgaste que provoca un corte eléctrico inesperado.
Las sanciones por incumplimiento de contratos son golpes financieros directos. Las multas por entregas tardías y una reputación dañada ante los clientes a menudo superan las pérdidas de producción inmediatas.
Si a esto le sumamos los salarios de los trabajadores durante el tiempo de inactividad, el posible deterioro de las materias primas y el impacto a largo plazo de los pedidos perdidos... La suma de estos costos ocultos es a menudo asombrosa.
Ante estos riesgos, los generadores diésel tradicionales, si bien proporcionan energía de respaldo, conllevan retrasos en el arranque, contaminación acústica y problemas de almacenamiento de combustible. Los sistemas modernos de almacenamiento solar con conmutación continua pueden proporcionar energía continua en el instante en que falla la red, garantizando que la producción continúe de manera completamente ininterrumpida.
Esta solución perfecta de energía solar de respaldo es esencialmente un seguro confiable para la continuidad de su negocio.
